Uche, Viqueira, Pernía, Iker Begoña, Luque... Todos ellos tienen en común que, a parte de ser jugadores del Recreativo, son queridos por la afición y raro es que reciban una muestra de desaprobación por parte de la grada. No ocurre lo mismo con otros jugadores del Decano que, con mayor o menor proporción, se dividen entre aprobaciones y desacuerdos. Críticas como que si Benítez debe encarar más (le pesa su condición de canterano) o que si Albiol es muy flojo, que si Merino es muy viejo... son contrarrestadas por otro grupo de aficionados que le ven más cosas positivas que negativas a los mismos. 
 
Pero si hay dos jugadores en la actual plantilla del Recreativo que tienen que soportar un bombardeo continuo de críticas esos son Loren y Raúl Molina. 
 
El central marbellí reconoce que ha pasado por malos momentos, pero que aun en esa delicada fase personal asegura que la afición "ha demostrado que han estado conmigo, y eso es de agradecer" y el que alguna o algunas personas en concreto tengan algo contra su persona no le obsesiona. "Llevo muchos años en el fútbol y para mí lo más importante es darlo todo en un campo y venir a trabajar con la profesionalidad que siempre me ha caracterizado", dice. 
 
Loren, veterano con muchas batallas a sus espaldas, prefiere pasar del tema y centrarse en su trabajo, que le está saliendo bien últimamente, y se muestra agradecido a Kresic "por la confianza que ha puesto en mí". 
 
Confianza que también ha puesto en Raúl Molina, que sentó en su día al que era máximo goleador del equipo -Toedtli- y que sigue manteniendo en el 'once' titular pese a que en los últimos partidos no ha estado del todo afortunado. Los dos goles que ha marcado y que han supuesto seis puntos para el Decano no parecen suficientes argumentos positivos para un sector de la afición que no aprecia el sacrificio del jerezano en el campo y le pide, como delantero que es, que aproveche las ocasiones de gol que tenga y que meta más goles. 
 
En el último partido en el Nuevo Colombino contra el Salamanca fue pitado desde la grada, aunque ésta le despidió luego con aplausos cuando fue sustituido. Raúl Molina, no ajeno a este hecho, comenta que "la afición tiene todo el derecho a reclamar lo que quiera, que para eso paga su entrada", indicando que él piensa seguir como hasta ahora "dándolo todo por este club", al que volvió en el mercado invernal cedido por el Espanyol pese a recibir ofertas superiores de otros equipos. 
 
Ninguno de los dos se rinde y se dejan influenciar por la presión de la grada -y de algunos medios de comunicación- aunque, puestos a buscarle el lado positivo, toman el ejemplo que hace un año ocurría con el ahora redimido por la grada Óscar Arpón. "Que te critiquen hace que te crezcas" decía el riojano, y por eso reclamaba para su persona todo el desencanto que los aficionados pudieran tener, antes que hacerlo contra los jugadores más jóvenes. Parece que ha tenido efecto y un año después Arpón ha cambiado esos pitos por palmas. Loren y Raúl Molina también van por el buen camino.