Contratiempo, suspense y resolución para enmarcar en tiempo récord. Un ex número uno del mundo, y actual top ten de la clasificación ATP, el ruso Danil Medvedev, jugará la 100ª edición de la Copa del Rey de tenis en
Huelva tras un giro de guion producido en apenas unas horas, tras confirmarse la baja este sábado de Stefanos Tsitsipás por lesión.
El tenista griego comunicó formalmente al Real Club Recreativo de Tenis de
Huelva que no puede jugar por las dolencias que sufre en su espalda, con parte médico incluido. Es la misma lesión lumbar que le obligó a retirarse en primera ronda de Wimbledon hace dos semanas, y la que lleva arrastrando de forma intermitente en estos últimos dos años. Su desesperación le ha llevado a insinuar, con sólo 26 años, una posible retirada si persisten las molestias físicas.
Confirmada la ausencia del actual número 26 mundial, el director del torneo onubense, Javier García Sintes, se puso a mover ficha y tratar de encontrar un sustituto de altura para el cartel masculino en tiempo récord. De altura para una ocasión tan especial como ésta, la edición centenaria de la Copa del Rey, y de la afición, que ya ha asegurado el lleno en las gradas del pabellón de deportes Carolina Marín. Danil Medvedev es el elegido, y no por su estatura de 1,98 m.
El tenista ruso es en la actualidad top ten mundial, clasificado en el noveno puesto del ranking de la ATP, y miembro del selecto grupo de ex números 1. Encabezó la tabla mundial en dos momentos del año 2022, para sumar 16 semanas en total, que le mantienen como el mejor tenista que ha dado Rusia, superando a otros líderes mundiales como Yevgueny Kafelnikov y Marat Safin.
Medvedev llega a
Huelva este sábado tras caer en la primera ronda de Wimbledon, como Tsisipas, aunque en su caso al ser derrotado en cuatro sets por el joven francés Benjamin Bonzi, 64º clasificado de la ATP.
“¿Por qué no juegas así todos los días, ganas millones y eres rico?”, dijo en un momento de ese partido en Londres, sin argumentos para contrarrestar el gran partido de Bonzi. Esas palabras dieron la vuelta al mundo tenístico y son una muestra más de su especial carácter en la pista, que ha dejado en repetidas ocasiones episodios de ira y desencuentros con la grada.
Dicen los analistas que precisamente esas faltas puntuales de control mental son las que le han privado de mayores éxitos en el circuito. Porque su talento es excepcional, un prodigio que ha ejercido de puente entre la época dorada del Big Three y la Next Gen que al final irrumpió antes de tiempo. Tiene en su palmarés Medvedev 20 títulos, entre ellos el Abierto de Estados Unidos de 2021, y las ATP Finals de 2020, en las que se impuso en la final al austriaco Dominic Thiem, finalista en la Copa del Rey en
Huelva el año pasado, antes de su retirada.
Finalista en cinco Grand Slam, todos en pista rápida, y tres de ellos ante Nadal (1) y Alcaraz (2), su último título fue en 2023 en Roma, aunque jugó ante Sinner la final del Abierto de Australia del año pasado y hace unos días alcanzó también la final en la hierba de Halle, donde no pudo superar al jugador kazajo Aleksander Bublik.
El sábado jugará en la pista sintética del palacio de los deportes Carolina Marín con el malagueño Alejandro Davidovich por levantar el trofeo de Alfonso XIII. Quien lo haga de los dos quedará para la historia como ganador de la 100ª edición de la Copa del Rey. Y con Medvedev, la intensidad y el espectáculo están más asegurados que nunca, para disfrute de los aficionados en la grada.