El Recreativo vuelve a meterse en la pelea por el ascenso cuando ya eran varias las voces que lo querían enterrar tras la derrota en El Ejido. El conjunto albiazul, en un partido de idas y venidas, ha derrotado por 3-1 al Córdoba y se sitúa cuarto a tres puntos del tercer puesto mientras que el equipo de Crispi comienza a cavarse su tumba y tiene muy difícil la salvación -ocho puntos le separan-. En un partido tan raro y loco como lo es la Segunda División, el Decano ha sabido sacar provecho de su mayor acierto y de los resultados ajenos para convertir en gris claro lo que antes era negro. 
 
Y eso que el comienzo del mismo comenzó torcido para Quique Hernández, que hubo de modificar en hasta dos ocasiones su esquema inicial al perder súbitamente a Ramón (m.5) y a Benítez (éste ya cercana la media hora de partido). Eso sí, al canterano le dio tiempo de abrir el marcador en el minuto 11 al resolver con frialdad ante Saja un preciso pase de Verza y batir al meta cordobesista por bajo. 
 
El centrocampista cedido por el Villarreal cuajó una gran primera mitad y ya fuera a la hora de distribuir balones o a la hora de defender. Así, el castellonense se mostró providencial en un robo de balón tras un saque de falta de estrategia por parte del Córdoba. Los blanquiverdes, hoy de rojo rosado, con el marcador en contra y el agua al cuello se volcaron en ataque y pronto encontraron recompensa a tanta insistencia. Tras una oportunidad de Villa que Luque desvió a esquina y el posterior saque que Berruet mandó fuera con la mano cuando el balón se colaba en la portería, éste llegó un minuto después en una internada de Txiki, que fue un suplicio para Loren en la primera parte. El marbellí, viendo que el público se empezaba a poner nervioso y a pitar al equipo, pedía insistentemente a la grada más aplausos y menos música de viento. 
 
El partido estaba abierto y las llegadas a una y otra portería se sucedían con rapidez en la primera media hora. Uche, en el minuto 26, tal vez tuvo la más clara pero su control tras un genial pase de Viqueira se le fue largo y se quedó sin ángulo para batir a Saja, que despejó el disparo del nigeriano. De ahí hasta el final el partido perdió intensidad y solamente una jugada de tiralíneas con pase final de Aitor para Uche sirvió para levantar al público de sus asientos y festejar el tanto que ponía al Recre nuevamente en ventaja. 
 
El gol de la tranquilidad 
 
La segunda mitad comenzó bien -o mal, según se mire- para los intereses onubenses al ver Beltrán su segunda cartulina amarilla y dejar a su equipo con 10 jugadores. El antecedente de El Ejido de la semana pasada planeaba como sombra alargada por el Nuevo Colombino, pero Aitor se encargó de borrarlo de un plumazo en el minuto 53 con un disparo lejano cruzado lejos del alcance de Saja. El vitoriano, desaparecido desde hacía bastante tiempo, ha aprovechado la oportunidad que se le presentaba por la indisposición de Benítez y ha cuajado un muy completo encuentro, siendo de los más destacados del equipo. 
 
Con 3-1 en el marcador, el Córdoba con mucho más que ganar que perder empezó a quemar las naves y se lanzó en tromba hacia arriba, generando muchos espacios que ni Uche ni Azkorra -muy fallones en la tarde de hoy- supieron aprovechar. Pudo haberse metido el equipo del cuestionado Crispi en el partido si el colegiado no hubiera anulado un gol de falta por presunto fuera de juego señalado a instancias de su asistente. También en otro libre directo Marchiori estuvo a punto de batir a Luque, aunque el cancerbero de Marchena atajó con acierto. 
 
El Córdoba seguía atacando y el Recre esperaba atrás para salir a la contra. Azkorra y Uche fallaron lo infallable en el minuto 63 y tres más tarde, el delantero cedido por el Athletic, completamente solo ante Saja pero tal vez con miedo a volver a fall