Emilio José
Viqueira tras hablarlo con los doctores del club, y en una decisión tomada desde hace algún tiempo, pondrá mañana fin a sus problemas en el talón de Aquiles y pasará por el quirófano. "No había otra solución porque los dolores eran ya muy grandes, casi insoportables, hasta el punto de que casi no podía ni calzarme las botas", comentaba el medio centro albiazul. "A ver si así se cura el dolor", añadía un nervioso
Viqueira horas antes de la operación pero, a su vez, deseoso de empezar lo más pronto posible la recuperación. Admite estar "un poco cagado" antes de pasar por el quirófano, aunque "era una decisión que había que tomar".
El plazo de recuperación se estima entre los dos meses y medio y los tres por lo que, igual que sucediera el año pasado con
Javi García, el santiagués se quedará sin vacaciones, algo que lo le preocupa porque su deseo es reaparecer cuanto antes. "Ahora me toca sufrir, pero serán dos meses en los que trabajaré mañana y tarde para estar la temporada que viene a tope".
Viqueira es un jugador que apenas ha padecido lesiones y no ha estado más allá de tres semanas sin jugar. Así, sólo recuerda haber visto un partido desde la grada en
Huelva y fue contra el Mallorca la pasada temporada en un encuentro donde, con el equipo matemáticamente descendido, Lucas Alcaraz prefirió reservar a algunos hombres para la final de Copa.