Carolina Marín acudió al Grand Prix del verano en calidad de madrina, en este caso de Cubas de la Sagra, en la primera semifinal del programa. Fue allí, junto a Ramón García, donde recordó a su padre. "yo estoy disfrutando muchísimo. A mí este programa tengo que decirte que me trae mucha nostalgia. Entonces...", avanzó. 
 
Le dijo a Ramón García que "sí, claro" que podía contar el porqué, ya que era algo personal porque su padre, ya fallecido, era seguidor del programa y le gustaba el juego de los troncos locos: "sí, efectivamente, bueno, mi padre es que se moría de la rosa con este juego y para mí esto me trae mucha nostalgia de mi infancia", dijo antes de ponerse a contar el resultado de la prueba para Cubas de la Sagra: "¡bueno, vámonos!, uno... cuatro... siete". 
 
En la siguiente prueba participó y apoyaba a los compañeros de Cubas de la Sagra: "'vamos, vamos, vamos! ¡Venga, va, va, va! no pasa nada, ¡venga, vamos!". Ramón García afirmó que los padrinos lo hicieron muy bien en la segunda prueba: "¿sí?". Del gol recibido por si equipo señalaba al portero: "venga, no pasa nada, vamos". 
 
Comentó la tercera prueba diciendo que es "complicado, yo tengo que tirar por mi equipo", aunque su representante tenía una cara "de cabreo, normal". La madrina estaba contenta con la actuación de su equipo: "no, ni tan mal. El esfuerzo está hecho y lo ha intentado hasta el final".