El nombre de Danil Medvedev ya figura en el cuadro de honor de la Copa del Rey. El tenista ruso, incorporación de última hora por la baja de Stefanos Tsitsipás por lesión, derrotó a Davidovich en tres sets (6-2, 5-7, 6-2) para proclamarse campeón en Huelva por primera vez en una de las mejores finales que se recuerdan en los últimos años. 
 
El español no pudo conseguir su tercer trofeo en su cuarta participación en el torneo más antiguo de España. Pese a cuajar una buena actuación en Wimbledon, llegando a tercera ronda y siendo eliminado por Taylor Fritz, posterior semifinalista, no pudo alzar la copa ante un inconmensurable Medvedev en el saque, que sí llegaba algo más descansado tras caer en primera ronda en Londres. 
 
Lejos de parecer un torneo de exhibición, la actitud competitiva y la intensidad de ambos tenistas quedó reflejada en la pista desde el primer punto. Dos saques directos del ruso y un passing shot de Davidovich en el primer juego sirvieron como aperitivo para lo que vendría después. 
 
El público de un abarrotado Carolina Marín reconocía el esfuerzo de ambos tenistas, que levantaron multitud de veces de sus asientos al respetable peleando todas y cada una de las bolas en juego. Fue Medvedev quien golpeó primero con un break nada más empezar, lo que le puso una ventaja de 0-3 desde el principio. 
 
Más allá de lo abultado del resultado, tanto Davidovich como Medvedev desplegaron un tenis de muy alto nivel. Sin embargo, el malagueño no pudo aguantar el ritmo del servicio del ex número uno del mundo, muy atinado desde el comienzo del partido, y que cerró el primer set rompiendo de nuevo el saque del español. 
 
El inicio de la segunda manga fue otra historia. Alejandro Davidovich elevó el nivel y logró romper el servicio del ruso por primera vez, algo que Medvedev repitió para establecer la igualada. No quedó ahí. El andaluz, mucho mejor en el resto que en el primer set, se ponía por delante de nuevo y, esta vez sí, lo hizo ganando el saque. 
 
El partido era una gozada tenísticamente hablando. El Palacio de Deportes Carolina Marín rompía en aplausos ante el juego ofensivo desplegado por los dos tenistas, quienes respondían desde el fondo de la pista con largos intercambios que deleitaban al público. 
 
Fue ahí cuando Davidovich, aprovechando que se ponía 5-3 en el marcador, levantaba los brazos para pedir el apoyo de los aficionados, que no dudaron en responder a la llamada del malagueño para alentarlo en su camino por igualar la final. Un camino que duró algo más del esperado cuando Medvedev consiguió el break para establecer el 5-5, algo que, lejos de afectar a Davidovich, le hizo rozar la perfección en su juego para llevar la final al tercer set. 
 
De nuevo, el partido continuaba con la tónica del set anterior. Un intercambio de golpes constante, subidas a la red, dejadas y un largo arsenal de golpes de todos los colores para mantener sus servicios en los cuatro primeros juegos. Sin embargo, Medvedev consiguió conectar de nuevo con su servicio. 
 
El ruso encadenó una serie de aces, incontestables para Davidovich, y refrendó su momento de forma rompiendo el servicio del tenista español para ponerse 2-4. Un punto de inflexión en la final, que se encaminaba a la hora y media de duración. Aunque no tiró la toalla en ningún momento, el esfuerzo del tenista del Rincón de la Victoria quedó en vano ante Medvedev, ganador del US Open en 2021, y que ahora cuenta en su palmarés con el torneo con más historia del país.