Tras dar las "buenas tardes", el entrenador del C.D. Alcoyano, Luis Miguel Garrido, dijo que "ahí estamos", sin voz pero bien en la sala de prensa de El Collao tras el empate a 0 ante el Real Club Recreativo de Huelva. 
 
Sobre si es suficiente el punto conseguido, contestó: "bueno, no es suficiente veremos al final, ¿no? Aquí ya sabes que hay que pelearlo hasta el final y eso le he dicho a los chicos. Se lo he dicho antes de empezar, se lo he dicho después. Me siento orgulloso del trabajo que hacen a diario, del trabajo que han hecho hoy. La verdad es que hemos tenido ocasiones que, bueno, yo creo que en otra circunstancia la hubiéramos metido pero, bueno, el fútbol es así de caprichoso. yo creo que tarde o temprano la victoria va a llegar porque trabajando así es imposible que no nos llegue una victoria". 
 
Asentía sobre el mayor número de ocasiones que tiene su equipo cuando juega con 4-4-2, a pesar de que no arranca de inicio con ese esquema: "bueno, como tú dices, yo acabo de llegar y, bueno, la verdad es que creo que el equipo está capacitado para jugar en cualquier sistema. Es verdad que tiene más interiorizado el 4-4-2 a lo mejor o el 4-3-3 porque vienen desarrollándolo o haciéndolo durante más partidos esta temporada pero yo creo que son profesionales y se adaptan al sistema que toque en cada momento. La verdad es que la semana pasada también en la segunda parte con el 5-3-2 estuvimos también bastante bien pero, bueno, yo creo que ellos se sienten cómodos así, lo hemos hablado en el descanso y para delante". 
 
Dijo que su equipo, "bueno, está disgustado porque yo creo que han hecho méritos suficientes para conseguir la victoria pero, bueno, ya están pensando en ir a Sanlúcar a conseguir la victoria. Son profesionales, son gente disciplinada, con mucho compromiso por el Alcoyano, por el club, y la idea es de lucharlo hasta el final como siempre se ha hecho". 
 
Por último se refirió al hecho de no poder sentarse por segunda semana en el banquillo de su equipo: "bueno, no, la licencia de entrenador no es la que tengo yo. Entonces, bueno, me toca sentarme ahí al ladito. No hay ningún problema: chillo igual, me quedo sin voz igual, así que no hay problemas", dijo para despedirse con un "de nada, hombre, gracias".